Estanis Mogollón: “No sabía que se podía vivir de componer”

En "Miradas", el compositor Estanis Mogollón comparte su historia personal y artística y revela cómo convirtió la necesidad, la observación y la emoción en canciones que marcaron la cumbia romántica peruana. Foto: captura.
En Miradas, el compositor Estanis Mogollón abrió su historia personal y artística, una trayectoria marcada por la música, la perseverancia y la capacidad de transformar vivencias propias y ajenas en canciones que conectan con miles de personas.
Desde el inicio de la entrevista, Mogollón se presentó acompañado de un objeto que resume su camino: su guitarra. “Es mi compañera indispensable. Creo que sí, estamos casados para la eternidad”, afirmó, al recordar que recibió ese instrumento a los 17 años gracias al coro parroquial dirigido por la madre Loreto. Desde entonces, la guitarra se convirtió en una extensión de su vida cotidiana, presente en momentos de tristeza, alegría y creación.
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Para él, componer significa escuchar, observar y sentir. “Siempre transmitimos emociones, sentimos la emoción y la hacemos canción”, sostuvo, al definir el rol del creador como un puente entre la experiencia humana y la música.
INSPIRACIÓN ENTRE EL MAR Y LA CARRETERA
La creatividad de Mogollón suele nacer de escenas simples. Un viaje por la carretera entre Piura y Máncora se convirtió en una de sus composiciones más emblemáticas. Al observar las olas del mar, encontró una metáfora perfecta para el amor. “El amor es como la ola del mar, que llega, empapa la playa de agua y de pasión, y luego se retira y la deja seca”, explicó, sobre una canción escrita para Tony Rosado.
Esa sensibilidad para transformar paisajes en letras forma parte de un talento que él considera un regalo. “Es una bendición, es un don que Dios nos ha dado”, expresó.
UNA INFANCIA ENTRE EL CAMPO Y LA MÚSICA
Criado en Máncora, Estanis pasó gran parte de su niñez en el entorno rural, acompañando a su padre, ingeniero agrónomo, entre establos y labores del campo. En casa, la música ocupó un lugar central. Su padre alternaba la música popular romántica con obras clásicas de Mozart y Chopin, especialmente en las noches de Navidad.
Esa mezcla de influencias se amplió por la cercanía con Ecuador y Colombia, donde las emisoras extranjeras marcaban la programación radial. Pasillos, cumbia colombiana y música romántica moldearon su oído y definieron el estilo que más adelante lo llevaría a ser reconocido como uno de los referentes de la cumbia romántica.
DEL CUADERNO ESCOLAR A LAS GRANDES CANCIONES
Durante su etapa escolar, Mogollón utilizó un solo cuaderno para todo: tareas y letras. Desde los 16 años ya componía, aunque sin imaginar que podía vivir de ello. “No sabía que se podía vivir de componer”, confesó.
Durante años creyó que su camino era el canto. Sin embargo, tras una serie de dificultades económicas y personales, especialmente durante el fenómeno del niño, la realidad lo obligó a replantear su futuro. Trabajó como albañil, vendedor de tamales y en distintas labores para sostener a su familia.
Esa etapa de necesidad fue clave. “Tiene que llegarte la previa, la necesidad, para que afloren los talentos que tienes escondidos”, reflexionó.
DESCUBRIR QUE ERA COMPOSITOR
Con canciones guardadas en una agenda y grabadas en cassette, llegó a Lima decidido a intentarlo. Temas como Vive sin mí y El embrujo nacieron en esa etapa. El respaldo de músicos y agrupaciones confirmó lo que hasta entonces no había asumido. “Ahí descubrí que no era cantante, era compositor”, afirmó.
Sus canciones, explicó, nacen como baladas y luego se adaptan a la cumbia, una fusión natural producto de sus influencias musicales.
EL CASSETTE QUE LO CAMBIÓ TODO
José Quiroga aceptó escuchar el material. Estanis llegó con un cassette que reunía doce canciones, entre ellas Vivir sin mí, Enamorado y otros temas inéditos. Tras escucharlas con atención, el productor quedó sorprendido. “Yo no sabía que componías tan bien”, le dijo. De ese grupo, seleccionó ocho canciones de inmediato y le pidió cerrar el trato el lunes siguiente.
El impacto fue inmediato. Por esas composiciones recibió 1800 soles, una cifra impensable para alguien que, como él mismo contó, solo tenía dos soles en el bolsillo. De ese monto, envió 1500 soles a su familia y guardó el resto con cautela, consciente de lo frágil que aún era su situación.
Fue el propio Quiroga quien lo animó a inscribirse en Apdayc, con un consejo que marcaría su futuro. “Lo que te vamos a dar acá es nada con lo que tú puedes recibir por regalías”, le explicó. Aunque su primer cobro fue de apenas 30 soles, el camino ya estaba trazado.
DE LA RADIO AL RECONOCIMIENTO
Agua Marina grabó temas como Enamorado y Vivir sin mí, mientras otras composiciones comenzaban a sonar con fuerza en el norte y la selva. Al mismo tiempo, Armonía 10 colocó El triste en los primeros lugares de Radio Inca. Fue entonces cuando Estanis comprendió su verdadera vocación. “No era de cantante, era de compositor”, afirmó.
Ese reconocimiento se consolidó años después con el respaldo público de Elmer Yaipén, del Grupo 5, quien destacó el valor narrativo de sus letras y su impacto emocional. “Sus letras fueron una nueva propuesta en la cumbia”, señaló, al mencionar éxitos como Motor y motivo, Quién cura el corazón y Amor vuelve.
Para Mogollón, ese gesto tiene un significado especial. “Es muy difícil de los intérpretes peruanos que hagan reconocimiento de quien está detrás de las canciones”, expresó, visiblemente emocionado.
EL ÉXITO QUE CRUZÓ FRONTERAS
Otro momento clave fue la historia de Cómo hago, tema que nació casi como relleno y terminó convertido en un éxito internacional en la voz de Eddy Herrera. La canción, conocida inicialmente como Pasajero número 3, se popularizó primero en la selva peruana antes de llegar al Caribe. “Fue una borrachera y una lloradera, internacionalmente”, recordó Estanis, al escucharla por primera vez grabada por el artista dominicano.
El vocero de Apdayc, Agustín Pérez, resaltó la perseverancia del compositor. “Él no dejó de creer en su vocación”, afirmó, al recordar los años en los que Mogollón trabajó como albañil, vendedor de tamales y guachimán, sin abandonar la escritura.
Hoy, Estanis Mogollón no solo celebra una carrera llena de éxitos, sino también los 18 años de la Stany Band, su agrupación. Su mensaje final resume su historia: “Cuando la noche es más oscura, es señal de que va a amanecer”.
No te pierdas la entrevista completa a Estanis Mogollón en Miradas a través de nuestro canal de YouTube.
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