Bruce llega a Italia para grabar su primera película con la productora que creó para tener mayor independencia. Durante el rodaje, se descompensa, pero él dice que está bien y vuelve a grabar una escena de la película.

De regreso a Hong Kong, Bruce y su equipo son recibidos por los fanáticos. La cinta se estrena con éxito, pero el “pequeño dragón” no va al estreno, pues teme que a la crítica no le guste. Para su sorpresa, un grupo de personas y medios llegan a su casa para felicitar su producción “El regreso del dragón”.

George, su antiguo agente en Estados Unidos, lo visita en Hong Kong y le ofrece un papel estelar en una película de Hollywood. Bruce le dice que solo aceptará con algunas condiciones.

Luego de conversarlo con el dueño de la productora en Estados Unidos, George le dice a Bruce que se seguirán sus condiciones, entre ellas cambiar el nombre de la película a “Operación Dragón”.

Al finalizar el rodaje, Bruce se desmaya y lo llevan al hospital. Para alegría de todos, se recupera y le confiesa al señor Chow que una vez que culmine las grabaciones de su película, retomará las grabaciones de “El juego de la muerte”.

Finalmente, debido a los constantes problemas de salud, Bruce se hace unos exámenes para descubrir qué le sucede. Mientras espera los resultados, le pide a Linda que no le cuente a su madre, pues teme cómo vaya a reaccionar.