Declarado por Unesco como Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, el parque nacional Río Abiseo, ubicado en pleno corazón de la región San Martín es un área rica en recursos naturales y paisajísticos con ecosistemas que poseen una gran diversidad de fauna y flora. Igualmente, tiene un importante valor cultural debido a los restos arqueológicos encontrados en el lugar.

Destaca por su geografía, flora y fauna

Este patrimonio cuenta con una superficie de formación natural denominada bosques enanos, que se caracteriza por tener árboles con ramas cubiertas de un grueso musgo y pobladas por una gran variedad de plantas.

Además, se han registrado 1134 especies de plantas, entre las que resaltan árboles de gran tamaño, como el renaco, el caucho, la sangre de grado y la uña de gato; estas dos últimas de gran importancia económica. También, se encuentran dos especies de árboles consideradas en vías de extinción: el cedro de altura y el romerillo.

Si hablamos de fauna el parque alberga al mono lanudo de cola amarilla, que se creía extinto y se encuentra únicamente en esta zona. Por otro lado, esta región salvaguarda 900 especies de fauna silvestre, distribuidas en 181 especies de mamíferos, 409 de aves, 17 de reptiles, 30 de anfibios, 14 de peces y cerca de 250 de invertebrados.

Un centro arqueológico con mucha historia​

Esta área natural protegida desde 1983 presenta vestigios de ocupación precolombina donde destacan manifestaciones de la cultura Chachapoyas como el Gran Pajatén, una serie de al menos 26 estructuras circulares de piedra encima de numerosas terrazas y escaleras; y el complejo funerario Los Pinchudos, construido en la estrecha cornisa de un gran farallón, contiene ídolos de madera que representan a seres desnudos, entre otros.

Asimismo, este majestuoso río cuenta también con diversos atractivos naturales como la quebrada Oros, las cataratas El Oso, Velo de Novia, Shihui y las Gemelas; sin dejar de lado las lagunas la Empedrada, la Escondida, la Colorada, Negra, Honda y Chúcara.