Bruce sigue enojado por haber perdido el combate contra Yamamoto y su tío Chao lo motiva a mejorar su kung para vencerlo, pero tendrá que ver más allá de su mente y su corazón si quiere lograrlo.

Durante una reunión, los alumnos de Yanamoto alaban su victoria. Ante esto, el maestro les explica que no deben menospreciar al enemigo y los insita a mejorar su técnica porque sabe que pronto Bruce vendrá por la revancha.  

Tras muchos esfuerzos, la casa de kung fu se inaugura y logra una acogida más alta de la esperada. Bruce empezará a probar a sus alumnos para saber quiénes son los más destacados para enseñar. 

Luego, Bruce visita a Yamamoto quien le propone un reto, pero no puede superarlo. Por este motivo, se enfoca en cambiar su entrenamiento e implementar nuevas rutinas para enfrentarlo.

Bruce no espera mucho tiempo para volver a desafiar a Yamamoto, pero esta vez deja que él lo golpee para aprender más de su técnica y vencerlo muy pronto. Con esta pelea, Lee entiende que debe crear su propio estilo.   

Lee combina los estilos aprendidos a lo largo de este tiempo y busca ayuda para plasmar una idea más concreta de lo que desea el yin y yang.