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Evita el insomnio con estos sencillos consejos

13:00 horas - Miércoles, 10 Julio 2019

El insomnio se define como la incapacidad para quedarse o mantenerse dormido, u obtener un sueño lo suficientemente profundo, lo cual crea numerosos problemas fisiológicos con el tiempo.

Los altos niveles de estrés a menudo debido a las preocupaciones financieras, los problemas en el trabajo o en las relaciones personales son la causa más común del insomnio.

Sin embargo, otros factores también pueden jugar un papel significativo, como tu dieta, los problemas médicos o los medicamentos con prescripción médica.

Mantener horarios frecuentes

  • Es fundamental dormir a una hora determinada, los horarios irregulares alteran el ciclo de sueño, contribuyendo a generar o agravar problemas de insomnio. Se recomienda levantarse y acostarse a horas similares siempre que sea posible, incluso los fines de semana, si es necesario.

Busca algo para relajarte antes de dormir

  • Establece una rutina relajante previa al momento de acostarse. Las actividades pueden variar en función de la persona; algunas ideas son escuchar música relajante, leer, meditar o darse una ducha con agua templada.

Ve a la cama cuando tengas sueño

  • Se recomienda acostarse solo cuando se tiene sueño, ya que si tenemos insomnio el acto de meternos en la cama probablemente no nos ayude a relajarnos. Además, si pasan unos 20 minutos y sigues sin poder dormir, es mejor que salgas de la cama y hagas alguna actividad relajante hasta que te dé sueño.

Evita las siestas

  • Cuando estamos muy cansados es probable que sintamos la tentación dormir una breve siesta. Sin embargo, si dormimos demasiado durante el día es lógico que a nuestro cuerpo le cueste volver a conciliar el sueño al llegar la noche. Por tanto, si tienes problemas para dormir es preferible que evites las siestas. En caso de que las necesites realmente procura que dure entre 20 a 30 minutos y que sea lo más temprano posible.

Adecuar el dormitorio

  • A ser posible, el dormitorio debería ser un lugar que asociemos con la tranquilidad y el sueño. La cama tiene que ser cómoda, la temperatura agradable y la luz tenue. Maten alejado del dormitorio cosas del trabajo, aparatos electrónicos, los ruidos y otros posibles estímulos que activen nuestra mente y cuerpo.

Haz ejercicio 

  • La actividad física hace que el cuerpo se relaje en respuesta al esfuerzo previo. La calidad de tu sueño aumentará si haces ejercicio de intensidad moderada, como caminar o nadar, al menos 10 minutos al día.

Exponerse a la luz del sol

  • Aprovecha las horas de sol para mejorar el estado de ánimo y la calidad del sueño; por ejemplo, dejar entrar la luz natural por la ventana es una forma saludable de despertar.

Evita sustancias estimulantes

  • Los refrescos con gas, el café y el té contienen cafeína; los efectos de estos compuestos, que duran unas horas, hacen que cueste más conciliar el sueño y que se fragmente.

Cena algo ligero

  • No cenes comida que contenga mucha grasa o picante porque dificultará la conciliación del sueño a causa de las molestias estomacales.

No mires el reloj

  • Hay un pequeño error que es muy común entre las personas que no consiguen conciliar bien el sueño: mirar el reloj constantemente. Lo único que conseguiremos con esto será ponernos aún más nerviosos.

Limitar los líquidos antes de dormir

  • Beber mucha agua u otros líquidos durante la noche incrementará la probabilidad de que nos despertemos en mitad del sueño para ir a orinar.

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