Desde niño  Jorge Mario Bergoglio sintió el llamado de Dios y fue su abuela paterna, Rosa, quien le enseñó a amarlo por sobre todas las cosas.

Su abuelita le enseñó las primeras oraciones, la importancia de ir a misa, entre otras cosas.

Siendo aún joven experimentó un llamado que jamás olvidó. Tuvo una experiencia en un confesionario con un sacerdote y este padre le hizo experimentar la misericordia de Dios. Ahí replanteó su vocación de servicio y a los 21 ingresa al noviciado de la Compañía de Jesús de los Hermanos Jesuitas.

Su gran corazón hizo que ocupara cargos importantes en toda la argentina hasta convertirse en Cardenal.

El 13 de marzo fue elegido como el primer papa latinoamericano de la historia. Conocido como Francisco en honor a San Francisco de Asís que como él tenía una gran vocación de servicio por los pobres y más desprotegidos.