El maní es un alimento rico en antioxidantes, fibra, vitaminas y minerales, con muchos beneficios para la salud. Por eso, hoy presentamos una lista de sus principales beneficios que te pueden interesar. 

Reduce el riesgo de padecer cáncer

• Comer 30 g de maní natural, al menos una vez a la semana, reduce tres veces el riesgo de padecer cáncer de mama, gracias a su alto contenido de antioxidantes y ácidos grasos esenciales, según una investigación realizada en el Instituto Estatal de Cancerología (IEC) de Colima, México. 

Protege el corazón

• El 75 % de la grasa del maní corresponde a ácidos grasos monoinsaturados. Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard, EE. UU., descubrió que el consumo del maní puede reducir en un 19 % la mortalidad relacionada a enfermedades cardíacas.

Disminuye el colesterol

• Los ácidos grasos monoinsaturados también ayudan a reducir el colesterol malo y mantiene las concentraciones del colesterol bueno.

Ayuda a mantener tu peso ideal

• El consumo de maní genera saciedad, esto te ayudará a evitar la ingesta de otras calorías durante el día y mejorar el perfil de las grasas en la sangre.

Regula la presión

• Este alimento contiene arginina, un aminoácido que es precursor del óxido nítrico el cual es un potente vasodilatador que ayuda a relajar las paredes de las arterias, inhibe la acumulación de colesterol en las arterias y combate la hipertensión arterial.

Alimento recomendado para embarazadas

• Una porción de 30 g de maní tostado contiene aproximadamente el 10 % de la ingesta diaria recomendada de folato, comúnmente conocido como ácido fólico, un nutriente clave para el desarrollo de nuevas células en el cuerpo, particularmente durante los periodos de crecimiento y en el embarazo para evitar malformaciones congénitas, refiere la American Peanut Council (Consejo Americano del Maní de EE. UU.).

Protege los huesos

• Contiene minerales, como el fósforo y calcio, que ayudan a formar huesos fuertes y sanos. También posee magnesio, que es otro elemento esencial en la formación de huesos, contracciones musculares, la transmisión de impulsos nerviosos y la activación de numerosas enzimas.