En Bolivia, congresistas de oposición y el oficialismo protagonizaron una gresca durante una sesión plenaria del Parlamento. Las legisladoras se jalaron del pelo y se lanzaron patadas y puñetes.

Esto ocurrió cuando el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, fue convocado al Parlamento para dar un informe sobre el encarcelamiento del gobernador Luis Fernando Camacho, principal adversario del presidente Luis Arce.

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Camacho es acusado de promover un supuesto "golpe de estado" contra el expresidente Evo Morales en 2019.

Del Castillo defendió la legalidad de la detención y criticó a los parlamentarios de Creemos, partido de Camacho, y los calificó de "grupos radicales, ladrones, violentos que vinieron a robar la billetera del pueblo boliviano".

Al mismo tiempo, un grupo de parlamentarias de oposición mostró pancartas con mensajes como "con presos políticos no hay democracia" y otro con una foto de Del Castillo y la leyenda "ministro del terror".

Otro mensaje decía: "no fue golpe, fue fraude!". La oposición asegura que lo ocurrido en 2019 no fue golpe de estado, sino un fraude de Morales en las elecciones presidenciales de ese año para quedarse en el poder hasta 2025.

Esto generó la reacción de un grupo de parlamentarias oficialistas que se abalanzó sobre las opositoras para quitarles sus letreros en medio de empujones. Unos cuantos varones hicieron esfuerzos para apaciguar los ánimos.

REACCIONES TRAS GRESCA DE CONGRESISTAS

En declaraciones posteriores, algunas de las legisladoras involucradas en los incidentes explicaron que reaccionaron así porque fueron agredidas por el grupo contrario.

El   presidente del Congreso, David Choquehuanca, anunció que convocará a los bloques políticos para evitar que se repitan estos incidentes.

En tanto, el presidente dela Cámara de Diputados, Jerges Mercado, consideró como "lamentable" y una vergüenza" lo ocurrido.

El incidente marca un nuevo episodio de polarización en Bolivia, donde la oposición asegura que hay unos 180 presos políticos, acusados por el gobierno de apoyar un supuesto golpe de estado contra el expresidente Evo Morales en 2019 y de haber apoyado a su sucesora, la Jeanine Áñez, también presa.