Dos días después de un ataque con cochebomba que dejó 126 muertos al oeste de Alepo, en Siria, nadie se ha atribuido la responsabilidad aunque el gobierno de ese país y los rebeldes se han acusado de esta tragedia.

De acuerdo con las agencias internacionales el ataque se ejecutó con una furgoneta que cargaba ayuda humanitaria e impactó contra el conjunto de 75 vehículos que se preparaban a trasladar a civiles chiíes en las localidades de Anfua y Quefrai.

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En medio de la desesperación, el fotógrafo sirio Abd Alkader dejó su cámara y la cobertura periodística para ayudar al rescate de muchos menores que estaban heridos y cerca del fuego. Alkader no soportó la consternación y lloró desconsoladamente junto al cadáver quemado de una de las víctimas.

Las imágenes dieron la vuelta al mundo luego que el activista Ala’a Shehavi la compartiera en su cuenta de Twitter. Después de lo ocurrido, Alkader también se pronunció a través de la red de microbloggin asegurando que tanto sus colegas como él buscaban inspirar humanidad a los autores de este atentado.

Devastating photo @AbdHabak - Syrian videographer next to the charred body of a child. 39 children out of 70 killed by suicide bomber #syria pic.twitter.com/u3KTNo6vRl

— Ala'a Shehabi (@alaashehabi) 15 de abril de 2017