Día Mundial del Parkinson: ¿Cuáles son sus síntomas y cómo se puede tratar?
Cada 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson, esta fecha tiene por objetivo crear conciencia sobre la realidad de vivir con este mal, que viene a ser el segundo trastorno neurodegenerativo más común del mundo, detrás del Alzheimer.
Si bien no se sabe exactamente por qué las personas desarrollan esta enfermedad, los expertos creen que es una combinación de factores genéticos y ambientales que contribuyen al daño de las células nerviosas en el cerebro.
¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson es una condición neurológica degenerativa y progresiva. Esto significa que, con el tiempo, el cerebro de una persona que vive con esta enfermedad va reduciendo su capacidad para cumplir sus funciones básicas.
La Fundación de Parkinson del Reino Unido dice que una persona que vive con la enfermedad de Parkinson no tiene suficiente dopamina química en su cerebro, responsable de transmitir señales entre las células nerviosas en el cerebro.
¿Cuáles son los síntomas?
Los principales síntomas de la enfermedad de Parkinson incluyen temblores involuntarios, movimientos que son más lentos de lo habitual y rigidez en los músculos. Otros síntomas pueden incluir dificultad para mantener el equilibrio, dolor nervioso, incontinencia, insomnio, sudoración excesiva, depresión y ansiedad.
¿A cuántas personas afecta?
Alrededor de 300,000 personas en Perú se ven afectadas en algún grado por la enfermedad de Parkinson, y la mayoría de afectados son adultos mayores de 60 años.
¿Cómo se puede tratar?
Si bien no se conoce una cura para la enfermedad de Parkinson, los síntomas pueden controlarse a través del tratamiento. La forma más común de tratamiento es la medicación, que apunta a aumentar el nivel de dopamina que llega al cerebro.
El medicamento utilizado para tratar la enfermedad de Parkinson varía según cada paciente. Sin embargo, a las personas que padecen de esta enfermedad se les recomienda consumir alimentos ricos en antioxidantes (nueces, arándanos, tomates y espinacas), habas, alimentos ricos en ácidos grasos y omega-3 (salmón, soya, semillas de lino y frijoles), alimentos ricos en magnesio (verduras de hoja verde, palta, brócoli) y bebidas ricas en cafeína.