Contando con la presencia de obispos, el cardenal Pedro Barreto y el representante del Papa, Baltazar Porras se realizó la beatificación de la religiosa María Agustina Rivas, en el Centro Poblado La Florida, distrito de Pichanaqui, y declarada mártir por la Iglesia Católica.

“Aguchita”, como la llamaban murió en manos del terrorismo en la selva central del país. El párroco de Huancayo, Carlos Salcedo, recordó que el pasado 7 de mayo fue beatificada por ser un ejemplo de vida y servicio al prójimo.

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La Hermana del Buen Pastor nació en 1920 y falleció a los setenta años cobardemente victimizada por los subversivos. En la última etapa de su vida acompañó a gente afectada o que huía por el terrorismo en la selva y San Ramón.

Ella vivió sirviendo a las personas más vulnerables como las niñas y ancianas que quedaban desprotegidas por la violencia demencial.

En su congregación la recuerdan como una monja muy comprometida con la educación. Sendero Luminoso mató en 1990 a “Aguchita” para que el clero supiera que era su enemigo.

El Papa Francisco tras conocer el servicio que prestó, María Agustina Rivas, en el Perú llevando la palabra de Jesús con valentía y decisión a los que menos tienen e incluso ofrendando su vida por los semejantes, beatificó a la madre que para algunos fieles fue una santa porque los protegió sin temor cuando más lo necesitaban.