A raíz de los últimos casos de extorsión a los restaurantes del país, la Cámara de Comercio de Lima (CCL) recomendó a los dueños de estos establecimientos tomar acciones inmediatas, así como incluir prácticas de seguridad para contrarrestarlo.

El presidente del sector de Gastronomía de la CCL, Guillermo Graglia, advirtió que este delito genera desconfianza y temor en el consumidor, haciendo que la demanda disminuya, pero sobre todo que perjudica al crecimiento de los negocios y la competitividad del sector.

Recomendaciones

Al recibir una llamada de extorsión, casi siempre anónima, la CCL recomienda comunicarse inmediatamente con la comisaría del sector para hacer la denuncia respectiva. Además se debe seguir las indicaciones que les puedan dar los encargados de las investigaciones.

Por ningún concepto entregue dinero al extorsionador. "Si de inmediato cedemos a las extorsiones, permanentemente seguirán haciéndolo, con la posibilidad que vaya aumentando la cantidad solicitada en lo futuro", refirió.

Medidas de seguridad

Adicionalmente, se pueden adoptar las siguientes medidas de seguridad:

- Colocar cámaras de seguridad en los ambientes visibles de los restaurantes, en especial en las entradas y salidas, así como donde está ubicada la caja y/o la caja fuerte, en algunos casos es útil colocarlas en la parte exterior.

- Tener un sistema de alarma con sirenas potentes a fin de intimidar a los delincuentes, estos deben ser fijos e inalámbricos con la finalidad de ser activas desde diferentes lugares por los encargados y/o administradores de los locales.

- Contar con personal de seguridad que permita disuadir a los delincuentes en su intento de ingresar al local.

- Seleccionar y/o capacitar a los trabajadores o colaboradores para no entrar en pánico y mantener la calma durante la incursión, tratando de grabar en su mente algún indicio o señal que identifique a los intrusos, puede ser tatuajes, color de ojos, cicatrices, voz, deformación corporal, sexo o nombres que puedan mencionar.

- Es importante no tratar de reaccionar abruptamente en defensa propia o agredir al delincuente. Tenga en cuenta que él ha tomado la iniciativa y sobre todo está armado y puede herir a los trabajadores o a un comensal.