Un dramático llamado realizaron los cascos blancos, los rescatistas que día a día ven cómo se les acorta el tiempo para poder salvar las vidas de las personas atrapadas tras el potente terremoto que azotó Turquía y Siria y que hasta el momentto ha dejado una cifra escalofriante de más de 12 mil muertos.

El tiempo se agota pues las autoridades estiman que aún hay miles de personas atrapadas bajo los escombros, pero las posibilidades de encontrar supervivientes se reducen cada segundo. A este problema se une las sanciones aplicadas por Estados Unidos y La Unión Europea que han complicado la llegada de ayuda internacional.

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Un gran logro para los rescatistas fue cuando lograron salvar la vida de toda una familia, entre ellos a dos gemelos, que se encontraban bajo los escombros de un edificio derrumbado, fueron rescatados 40 horas después de los fuertes terremotos que tuvieron lugar en Turquía.

Las imágenes grabadas con un teléfono móvil por el equipo de rescate muestran el momento en el que Amine Elcin y su gemelo Ahmet Erbay fueron sacados de entre los escombros en la ciudad de Gaziantep. Gritando "mucize geliyor" ("se acerca el milagro", en español), los rescatistas sacaron a los niños y se los entregaron a los equipos médicos.

Los equipos de rescate trabajan arduamente analizando algunas de las características de las estructuras derruidas para tratar de dar con más supervivientes, en una carrera contra el reloj.