Tras los escándalos de corrupción en la FIFA, denunciados recientemente en Estados Unidos, el presidente de esta federación, Joseph Blatter, aseguró que "no hay sitio para la corrupción de ningún tipo" en la organización que dirige desde 1998, y que "es necesario empezar a restaurar la confianza".

Durante la ceremonia de inauguración en Zúrich del 65º Congreso en el que este viernes se celebrarán elecciones presidenciales, la máxima autoridad de este deporte deslindó todo tipo de responsabilidad personal.

"Estarán de acuerdo conmigo en que son tiempos difíciles, sin precedentes para la FIFA. Los hechos de ayer (por el miércoles) han dejado una larga sombra sobre el fútbol y este Congreso. Las acciones de individuales demandan cambios. No podemos dejar que la reputación de la FIFA se vea perjudicada", dijo.

El reiterado presidente suizo ‘vaticinó’ que "llegarán más malas noticias", y acusó a los sospechosos de corrupción de "arrojar la vergüenza y la humillación sobre el fútbol".