El piloto de carreras Nicolás Fuchs asegura haber empezado en el mundo del automovilismo por mérito propio y que además de autosolventarse durante sus primeras competiciones él hacía prácticamente todo el trabajo solo.

Contó que nunca estudió mecánica y que todo lo que sabe lo aprendió empíricamente, destruyendo varios carros, motivo por el que es apodado Hellboy. De otro lado, negó que ser padre lo haya alejado de tomar riesgos. “Me siento muy seguro de lo que hago”, refirió en La Entrevista.

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Dice ser muy maniático con los detalles de sus autos, prueba de ello es que la camioneta con la que compitió el último Dakar la terminó de armar dos días antes que inicie la competencia.

También se considera bastante sereno y debe ser así ya que luego de su participación en el Dakar dijo estar más endeudado que nunca. Al respecto, considera que debe haber mayores facilidades para los deportistas peruanos, como en Chile, donde -precisó- todo lo que se compra para el deporte no paga impuestos.

Pese a todo, cree y espera que el próximo año vuelva el Dakar a Perú, no solo por lo deportivo sino por la exposición mediática a nivel mundial que representa para nuestro país. De ser así, opinó que el Gobierno no debe demorar en anunciarlo como -a su juicio- ocurrió con la última edición.

Por último, Fuchs recalcó que el deporte al fin y al cabo es educación y disciplina, algo que -afirmó- se adolece hoy en día. Incluso, sostuvo que a través del deporte los delincuentes podrían cambiar su vida.