“…He decidido tomar las siguientes trascendentales medidas: primero disolver, disolver temporalmente el Congreso de la República, hasta la aprobación de una nueva estructura orgánica del Poder Legislativo, la que se aprobará mediante un plebiscito nacional…”, fue el anuncio que sorprendió a todos los peruanos el 5 de abril de 1992, y que “consagró” la década de mayor socavamiento de las instituciones democráticas y corrupción en el país.

Teniendo en su control aparatos del Estado como el Congreso, el Poder judicial y el Ministerio Publico, Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos buscaron permanecer en el poder por hasta 20 años o más, con medios de comunicación censurados y comprados.

El jueves 14 de septiembre del 2000, se dio el principio del fin del gobierno de Fujimori Fujimori. La proyección de un video remeció los cimientos corruptos del régimen fujimorista. En el ‘vladivideo’ se vio a Vladimiro Montesinos entregando 15 mil dólares a Alberto Kouri para que deje las filas de Perú Posible y se integre a la bancada de Perú 2000, como se hizo con muchos otros congresistas de ese entonces.

Tras la renuncia del expresidente desde Japón y la captura del ex asesor, el Perú volvió a la vida democrática.

En la actualidad, conforme a datos de la Procuraduría Anticorrupción, el top diez de los deudores por corrupción lo encabeza Vladimiro Montesinos, con una deuda de 549 millones de soles, que podría elevarse al resolverse los 8 juicios que se mantienen pendiente. Mientras, el lugar número 10, lo ocupa el expresidente Fujimori, quien debe 27 millones de soles al Estado. El resto de integrantes de la lista lo conforman testaferros y personajes vinculados a la red de Corrupción de Montesinos.

Dicen que un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla y es la misión de las antiguas generaciones impedir ello.